brazos robóticos

Tener autonomía propia, y movernos con libertad es algo que quizás muchos damos por sentado, pero en el caso de Robert Buz Chmielewski, es todo un privilegio que perdió en un accidente cuando era un adolescente, dejándolo cuadripléjico con movilidad y sensibilidad reducidas en sus miembros superiores.

Sin embargo, gracias a los tremendos avances de la tecnología, y un extenso estudio en el laboratorio de físicas aplicadas de la universidad Johns Hopkins, Robert Buz ahora cuenta con la posibilidad de recuperar un poco la autonomía que perdió, con la ayuda de dos brazos robóticos que puede controlar con su propio cerebro.

Hace dos años Robert fue sometido a una cirugía invasiva como sujeto de pruebas para el estudio, en la cual, se le implantaron seis conjuntos de electrodos en ambos lados del cerebro. Gracias a esto, ahora cuenta con una interfaz cerebro maquina que le permite enviar señales a dos extremidades robóticas, para hacer tareas sencillas, como alimentarse por sí solo.

https://youtu.be/x615GSqicZE

“Nuestro objetivo final es hacer que actividades como comer sean fáciles de realizar, hacer que el robot haga una parte del trabajo y dejar al usuario, en este caso Buz, a cargo de los detalles: qué comida comer, dónde cortar, cómo grande debe ser la pieza cortada

Comentó David Handelman, director de robótica del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins.

¿Cómo se controlan los brazos robóticos?

En lugar de dejar que Robert tenga que dar todos los comandos, el software desarrollado, usa las señales de su cerebro, para determinar acciones específicas, como el lugar donde debe cortar el cuchillo, o la posición correcta del tenedor cuando acerca la comida a su boca.

Mediante inteligencias artificial, la cooperación entre Robert y el programa, hace que ciertas acciones sean dirigidas por él, y otras realizadas directamente por el software. Aunque evidentemente es un primer paso, que deja ver que aun hay mucho camino por delante, Robert comentó que para el ya es algo que le ha cambiado la vida.

Para el avance del proyecto, los investigadores ahora están buscando maneras de hacer la integración cerebro-maquina, sin que tenga que intervenirse el cerebro del paciente o al menos sea un procedimiento menos invasivo.

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