11-11: Memories Retold

Hoy vamos a tomar una dirección diferente con la reseña de un juego muy particular, pero a la vez interesante como lo es 11-11: Memories Retold, un título que es el sucesor espiritual de los point and click games que sola jugar hace años en mi PC, donde la narrativa prima por sobre la jugabilidad, por lo que estamos más ante un estilo de película interactiva que ante un juego de acción.

Como muchos ya lo deben imaginar, 11-11: Memories Retold es un juego que nos invita a visitar la historia detrás del armisticio del 11 de noviembre de 1919, el cual marcó el final Primera Guerra Mundial, desde una perspectiva única tanto en apartado visual como en las mecánicas de juego. Este título se centra por completo en contar una historia más que meterte en el campo de batalla, y por encima de ello usa un estilo artístico impresionista de la época, que nos hace creer en todo momento, que estamos al frente de una hermosa pintura en lugar de estar jugando un videojuego.

 

Historias pacificas en medio de la guerra

Comenzando con lo que es más evidente, este juego no es para nada un título de acción como lo que nos ofrecen franquicias como Battlefield o Call of Duty también inspiradas en la primera y segunda guerra mundial. De hecho 11-11: Memories Retold es un juego que nos cuenta historias de paz en tiempos de guerra, donde acaso si hay unos pocos momentos donde sostenemos alguna arma en todo el título, pues la mayor parte del tiempo vamos a estar explorando, y siguiendo las conversaciones que enriquecen la historia de dos protagonistas a los cuales vamos a seguirles el paso.

Ya establecido el tono el juego, es decir que es más como ver una película que en realidad jugar un título de acción, hablemos un poco de la historia. En 11-11: Memories Retold podemos vivir la experiencia de dos civiles que son forzados a entrar en la primera guerra mundial por amor.

11-11: Memories Retold

Primero tenemos a Harry, un joven fotógrafo que viaja desde Canadá hasta Europa al frente de batalla, para impresionar a Julia el amor de su vida, y tomar instantáneas de los frentes de batalla como un soldado sin armas, todo con fines de propaganda, mientras se juega la vida.

Por el otro tenemos a Kurt, un ingeniero alemán que trabajaba en una fábrica de dirigibles, el cual se ve forzado a dejar su trabajo para ir a la guerra a buscar de forma desesperada a su hijo Max, del cual se le ha informado a desaparecido en combate.

Ambos personajes desde los dos lados opuestos del conflicto van a vivir historias desgarradoras que nos muestran lo cruda y cruel que es la guerra sin importar el bando, por lo que el juego consigue en muchos momentos conmovernos e identificarnos con las situaciones que viven los personajes. Puedes comparar 11-11: Memories Retold con la experiencia de ir al cine a ver una película de una desgarradora historia de la primera guerra mundial, que en este caso te ofrece unas cinco a seis horas de contenido y algunas interacciones aquí y allá que hacen cambiar un poco los destinos de las narrativas.

11-11: Memories Retold

Las mecánicas de juego son bastante simples y los puzles no ofrecen mucha exigencia, pues lo importante aquí es seguir con la historia sin detenernos mucho en la jugabilidad, por lo que aquellos jugadores que están en busca de acción no van a calar para nada con 11-11: Memories Retold , mientras que los que disfrutan más de una historia cautivante que de otra cosa van a hacer de las delicias con este juego que lamentablemente se termina muy pronto.

El impresionismo como lienzo para contar una desgarradora historia

Uno de los aspectos donde realmente resalta 11-11: Memories Retold es su apartado artístico, pues el estudio Aardman el cual es conocido por clásicos de animación como Shaun the Sheep o Wallace and Groomit, junto con la producción de Bandai Namco, se han inspirado en la técnica de pintura impresionista de principios del siglo XX que nos hace imaginarnos como si estuviéramos viendo un lienzo de Renoir, Van Gogh o Monet en da momento.

11-11: Memories Retold

Al inicio el estilo puntillista puede llegar a ser algo molesto pues el concepto baja mucho la calidad de los detalles de los objetos en un juego 3D, sin embargo, con el tiempo logra mezclarse muy bien con el tono del juego y el momento histórico que trata de recrear, el cual junto con las adecuadas piezas musicales de la época, crean toda esa atmósfera que nos invita a vivir esa particular experiencia audiovisual.

Conclusión

Es claro que 11-11: Memories Retold no es un juego para todos los gustos, y habrá quienes consideren que las historias narrativas al que pertenecen títulos como este no deberían si quiera ser consideradas como videojuegos, sin embargo es un género bastante popular con un público muy específico en mente, que como bien apunté al inicio de esta reseña, tiene en parte sus orígenes en los juegos del tipo point and click.

11-11: Memories Retold

Dicho lo anterior, 11-11: Memories Retold no es un tan divertido, sino más bien una historia cautivante, una película que muchos podrían disfrutar incluso si no tuvieras que hacer absolutamente nada sino solo verla. En ese sentido también cabe mencionar, que la rejugabilidad es muy baja, pues una vez que lo has terminado, no hay muchas razones para volverlo a jugar salvo para revivir casi que exactamente la misma experiencia dolo lo lineal que es el juego.

11-11: Memories Retold está disponible desde noviembre de este año en PlayStation 4, PC y Xbox One a un precio de $29.99 dólares.

Lo bueno:

  • Apartado artístico original, el juego recrea el estilo de pintura impresionista de la época.
  • Una historia cautivadora y acertada de la primera guerra mundial, que conmoverá las fibras sensibles de la mayoría de los espectadores.
  • Precio accesible.

Lo malo:

  • Ofrece poca acción y rejugabilidad.
  • No ofrece un reto o dificultad real para el jugador, pues la historia es lo más importante.
  • Todo el juego se puede terminar en unas 5 o 6 horas.

 

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